Acompañando a las familias en el apoyo escolar
Por Luciana Malamud
Justo antes de que se suspendieran las clases por el invisible Coronavirus, fuimos con Claudia Rosales a Pilar donde un grupo de madres nos habían comentado su preocupación acerca del aprendizaje de sus hijos en la escuela. Son familias de los barrios Peruzzotti y Villa Verde que participan del programa MAMI (Módulo de Acompañamiento Materno Infantil) de la Asociación Civil SAHDES.
«Uriel está por pasar a tercer grado y no sabe escribir», me había dicho María Herrera entre mate y mate, mientras hablábamos de los controles médicos de su hijita de 2 años. «Yo no sé cómo hacer porque cuando nos sentamos a practicar, directamente se pone a llorar».
Estábamos sentadas en el alero de la casa con la abuela de Uriel también y algunas vecinas , y él entraba y salía a cada rato como diciendo «miren que estoy por acá». Entre todas aportaban datos de las escuelas, de las ausencias de las maestras sin reemplazos, de las reuniones que habían tenido con la directora sin ningún éxito….y yo escuchaba tratando de aportar algunas ideas.
En otra visita, María Duarte me había dicho: «yo quisiera apoyo porque mi nena está por empezar y no sabe escribir». María tiene 26 años, 5 hijos, vive en una casillita de una sola habitación y es una de las mejores madres que conozco.
También Rocío, mamá de Brian, me había dicho ya en diciembre que iba a buscar a ayuda porque había pasado de primero a segundo grado sin saber escribir, y menos leer. L@s hij@s de todas van a la escuela N°35.
Fui escuchando más historias. Cuando salí de la casa de Uriel sentí que teníamos que hacer alguna intervención. Si esto sucede en los primeros grados, qué se espera después? Cómo pretenden que l@s chicos terminen la primaria, y más aún, la secundaria? En Pilar, como en otros lugares del país, cerraron hace 2 años las salas de 3 para concentrarse en dar vacantes a l@s de 4 porque es obligatoria, en lugar de buscar más oferta y contratar más docentes. En qué situación llegan l@s chic@s a primer grado?? Pensando además que hablamos de familias en situación de vulnerabilidad, y este es uno de sus derechos vulnerados.
Me fui de Pilar y en seguida la llamé a Claudia para ver cómo podíamos ayudar y pensar juntas una estrategia. Por supuesto se sumó en seguida y la propuesta fue ayudar a las mamás a que pudieran acompañar a sus hij@s en su aprendizaje. Ayudarlas a empoderarse y a motivar a l@s chic@s en cada proceso.
La idea era volver una vez por mes, ahora estamos viendo cómo ayudar a distancia.